lunes, 30 de noviembre de 2009

Nada como el amor a destiempo



FICHA TÉCNICA:
Título original: The lake house
Género: Drama romántico
Actores: Keanu Reeves, Sandra Bullock, Dylan Walsh, Shohreh Aghdashloo, Christopher Plummer
Director: Alejandro Agresti

Guionista: David Auburn
Origen: Estados Unidos
Año: 2006
Duración: 105 minutos
Calificación: apta para todo público

El director argentino Alejandro Agresti debuta en Hollywood con esta película romántica protagonizada por Keanu Reeves y Sandra Bullock, basada en la historia de un hombre y una mujer que se enamoran a pesar de vivir en tiempos diferentes.
Esta producción es un remake de la película surcoreana Siworae que versa sobre la relación imposible entre un hombre y una mujer que habitan la misma casa en tiempos diferentes. A pesar de las dificultades temporales, la pareja mantiene una relación epistolar.
La trama comienza cuando la Dra. Kate Forester (Sandra Bullock) siente que debe realizar un cambio en su vida, por lo tanto abandona su trabajo en las afueras de Illinois para trabajar en un ajetreado hospital de Chicago. Lo que más le da pena es abandonar la casa junto al lago que ha estado alquilando, un refugio amplio y de renovado diseño.
Una mañana de invierno, Kate deja una nota en el buzón dirigida al próximo inquilino de la casa para pedirle que le reenvíe el correo que le llegue a su nuevo domicilio y además, advertirle que las huellas de patas pintadas en la puerta de entrada ya se encontraban allí cuando ella se había mudado.
Pero cuando el siguiente inquilino llega, encuentra un panorama diferente. Alex Wyler (Keanu Reeves), un talentoso pero frustrado arquitecto que trabaja en una construcción cercana, halla la casa muy abandonada: polvorienta, sucia, y el jardín invadido de maleza, sin ninguna señal de huellas de patas.
La casa tiene un significado especial para Alex por eso, se compromete a devolverle su belleza original. Todo parece cambiar cuando días más tarde, mientras pinta el muelle deteriorado ve a un perro correr sobre la superficie recién pintada y luego, hacia la puerta de entrada dejando sus huellas exactamente donde Kate le dijo que estarían.
Confundido y pensando que es víctima de una broma, Alex decide escribirle y contarle que no hubo ningún inquilino anterior a él. Entonces, ¿cómo es posible que supiera lo del perro?
A medida que Kate y Alex continúan con su correspondencia a través del buzón de la casa confirman que increíblemente están viviendo a dos años de distancia. Así descubren que ambos están luchando con sus decepciones pasadas e intentando comenzar de nuevo. Al compartir este anexo tan particular, se van revelando el uno al otro sus secretos, dudas y sueños, hasta que declaran estar enamorados.
Determinados a salvar la distancia entre ellos y desentramar el misterio detrás de su extraordinaria unión, tientan al destino con un plan para encontrarse. Pero en sus intentos de unir sus mundos podrían correr el riesgo de perderse el uno al otro para siempre.
La cinta logra entretener y hacernos pensar en las circunstancias del destino fuera de algunas incongruencias cronológicas del guión, además de obsequiarnos una historia romántica distinta que nunca viene mal. Reeves y Bullock no interpretan el papel de su vida, sin embargo cumplen con las expectativas del público en un producto ligero.
Además de esta relación, también podemos apreciar la familiaridad de Alex con su padre (Christopher Plummer) y su hermano (Dylan Walsh); los tres son arquitectos y por este motivo, logran escenas en las que se construyen diálogos interesantes sobre esta disciplina.
Este es el primer producto del director argentino, cine que sin ser extraordinario logró que Hollywood le abriera sus puertas. Además, cumple con el objetivo de entretener, abordando a veces los terrenos de la comedia y por momentos los del drama, pero siempre con un toque de fantasía.

¿Qué se esconde detrás del “No” de una mujer?


FICHA TÉCNICA:
Título: Orgullo y Prejuicio
Autor: Jane Austen
Género: Novela clásica juvenil
Colección: Narrativa Bolsillo
Editorial: EDAF – Madrid

Precio: $48

541 págs.

Bastan unas pinceladas que retraten una tarde familiar para quedar atrapados en una historia que nos parece íntimamente cercana, aunque se desarrolle en las primeras décadas del siglo pasado. Los personajes buscan lo mismo que todos nosotros: la felicidad. ¿En qué momento nos acercamos o alejamos de ella?

Jane Austen, la sutil escritora inglesa del siglo xix, presentó el manuscrito de este libro bajo el nombre de First Impressions (Primeras Impresiones). Pero luego decidió publicarlo titulado tal cual hoy lo conocemos.

Para los amantes de la literatura clásica, Orgullo y prejuicio es una historia particular que lleva al lector a reflexionar sobre su propio proceder en algunas situaciones de la vida cotidiana. La trama cobra vida en el seno de una familia privilegiada del siglo xix con cinco hijas mujeres de personalidades dispares.

La llegada de un nuevo vecino, soltero y rico, conocido como el Sr. Bingley, conmociona la pequeña localidad, sedienta de novedades, y en especial a todas las madres con hijas solteras, que ven en él un buen partido para nada despreciable. Este caballero organiza una fiesta de bienvenida donde invita a todas las familias del lugar, y en el transcurso de la noche conoce a la mayor de las hermanas Bennet y se enamora de ella. Su fiel y arrogante amigo Darcy no tiene la misma impresión sobre estas señoritas motivo por el cual comienzan los desacuerdos.

La obra narra desde una mirada poco tradicional los hechos que se suceden en aquella hasta entonces tranquila localidad inglesa. Si bien es muy descriptiva y los diálogos son pocos, la novela presenta un argumento que no deja de ser atrapante.

La escritora nos demuestra que Orgullo y prejuicio son defectos entrañables, uno nace de la opinión que tenemos de nosotros mismos; el otro, de nuestro juicio sobre los demás. A lo largo de la novela, Lizzy Bennet, la segunda de las cinco hermanas, descubre que detrás de sus más agudas suposiciones siempre le espera una sorpresa; y deberá ser capaz de reconocerla para hacer felices a quienes la rodean. En una época donde la mujer es vista como una simple ama de casa sin ninguna participación destacable en la sociedad, el personaje de Lizzy representa un símbolo de valentía que decide oponerse a estas ideas y tratar de encontrar ella misma, lo que más anhela: la felicidad propia.

En Jane Austen se distinguen el realismo y la crítica aguda a los valores superfluos de la sociedad inglesa. Su estilo es ligero, maneja nuestro interés con astucia y nos enseña que, sin dejar de lado lo que nos hace mejores, siempre podemos ser un poco más humanos.

sábado, 28 de noviembre de 2009

Los comienzos del cine

La llegada del tren
La llegada del tren es un corto de los hermanos Lumière del año 1895. Los creadores colocaron una cámara en una estación de tren para filmar, precisamente, la llegada al andén y el momento en que bajan los pasajeros de los vagones. Por esta razón, este corto es de estilo realista. Nadie actúa ni hay protagonistas, aunque podría hablarse del protagonismo del tren. A pesar de que la película no cuenta con ningún efecto especial, hay algún trabajo con los planos. La mayoría de las tomas son generales, pero se destacan algunos personajes que miran para el lado que está la cámara. Además, al comienzo, se ve al guarda que solo corre hacia la locomotora.
A pesar de su simplicidad, en aquel tiempo La llegada del tren fue algo impactante y obtuvo un gran éxito popular.

El regador regado
El 28 de diciembre de 1895 en el Salón Indiano de París, los hermanos Lumière decidieron hacer una exposición con cortos. Entre esos cortos estaban La llegada del tren y El regador regado.
Todas ellas tenían las mismas características: se trataba de documentales centrados en recoger la realidad sin más, sin narración, ni guión, ni argumento demasiado complicado, no hay tampoco decorados ni estudios ya que el rodaje se hacía en el lugar en el que se producía el acontecimiento y el tiempo fílmico coincide con el tiempo real. Tampoco hay actores, sino que sus personajes son interpretados por amigos o familiares. La cámara no se mueve y los planos vienen rodados por los propios personajes.
En El regador regado, un hombre que está regando es interrumpido por un bromista que provoca que ese hombre se moje. Enojado, lo corre y lo castiga frente a los ojos del espectador, tan cerca de la pantalla para que la audiencia pueda verlo, como si el hombre estuviera castigándonos por disfrutar de la broma. La interrupción no será tolerada –el joven es expulsado del cuadro y la armonía es restaurada.
Esta película se considera la primera comedia del cine.

Gran asalto y robo a un tren
Se considera el primer western de la historia del cine e influyó de forma decisiva en su desarrollo porque incluía innovaciones como el género escogido y, sobre todo, el montaje de escenas filmadas en diferentes momentos y lugares para componer una unidad narrativa. Al hacer esto, Porter inició el montaje, uno de los fundamentos de la creación cinematográfica, proceso en el que diferentes fragmentos elegidos de las diversas tomas realizadas —o disponibles— se reúnen para conseguir un conjunto coherente. Gran asalto y robo de un tren tuvo un gran éxito y contribuyó de forma notable a que el cine se convirtiera en un espectáculo masivo. En la película, de 1903, por primera vez hay una clara diferenciación entre buenos y malos.
El corto es, además, la primera de la historia que está basada en hechos reales ya que uno de los robos sonados de la época fue cuando cuatro miembros de la banda de George Leroy Parker, más conocido como Butch Cassidy, obligaron a que el conductor del tren Union Pacific Railroad parara el ferrocarril; después volaron la caja de seguridad repleta de caudales y luego escaparon con cerca de 5000 dólares dentro de sus bolsas. La película fue promocionada basándose en este hecho y fue un gran éxito de taquilla.
En el corto, cuatro hombres atan a uno que está en la oficina de la estación y suben al tren. Allí roban unas bolsas con dinero y dejan a la gente varada en el medio de un descampado, separando la locomotora del resto de los vagones. Los cuatro hombres se escapan a caballo por un bosque. Mientras tanto, una nena descubre al guardia atado en la estación, lo reanima con agua y este pide ayuda a unos hombres que estaban en un baile. Comienza la persecución a los ladrones que van muriendo de a uno por los disparos de los perseguidores. La última escena del filme, un pistolero disparando, en plano medio, al espectador causó sensación en su época.

Viaje a la luna
En una gran y larga conferencia de astrónomos, el presidente de la reunión propone hacer un viaje a la Luna. Seis astrónomos diseñan una cápsula espacial y son lanzados al espacio por un cañón gigante. La cápsula es expulsada hacia la cara de la luna perforándole directamente el ojo derecho.
Los exploradores llegan a la Luna, salen de la cápsula y miran la gran distancia entre la tierra y el territorio en el que se hallan. Cansados, sacan sus frazadas y se duermen. Mientras duermen pasa un cometa, se ve la Osa Mayor, aparecen estrellas con caras de personas, se ve también el planeta Saturno y una mujer se hamaca en una pequeña luna. A continuación, una gran tormenta de nieve obliga a los astrónomos a buscar refugio en una cueva donde encuentran unos hongos muy grandes. De pronto, un habitante de la luna aparece, los exploradores lo matan y un gran número de otros seres de la luna llevan a los astrónomos ante su líder. Los terrícolas matan al líder y a otros más, pero se escapan. Vuelven a la cápsula, mientras son perseguidos por los seres extraterrestres. Cinco astrónomos entran en la cápsula y el último utiliza una cuerda para inclinar la cápsula sobre la Tierra. Los habitantes de la luna intentan agarrar la cápsula a última hora y la empujan. La nave cae hacia un océano de la Tierra y la cápsula flota de nuevo a la superficie, donde los astrónomos son rescatados.
Georges Méliès, el director se basa en las novelas De la Tierra a la Luna de Jules Verne y Los primeros hombres en la Luna de H. G. Wells. El Viaje a la Luna de Georges Méliès es, entonces, una película fundamental, pues se trata del primer film de ciencia-ficción de la historia del cine.
Georges Méliès (1861-1938) era un mago e ilusionista que tenía un teatro, el Robert Houdin, en París. Cuando los hermanos Auguste y Louis Lumiére hicieron sus proyecciones en el Boulevard des Capucines a partir del 28 de diciembre de 1895, mostrando su reciente invento el cinematógrafo, entre los asistentes estaba Méliès, quien decidió comprar el aparato, entusiasmado por las oportunidades que ofrecía. Los hermanos declinaron vendérselo a Méliès, diciendo que era solo una curiosidad científica y que carecía de futuro. Sin embargo, el ilusionista no se desanimó: compró un aparato muy similar patentado en Inglaterra y comenzó a rodar sus primeras películas de inmediato.


Comparando las películas
Todas las películas son mudas, en blanco y negro y con una música de fondo. Las más breves son La llegada del tren y El regador regado. Ya vimos cómo las dos películas de los hermanos Lumière son más sencillas en todo sentido: son más que nada de tipo documental, sin actores y la cámara no se mueve. En Gran asalto y robo a un tren, hay montaje de escenas, un argumento más sólido, diferentes escenarios y diferentes momentos. Por último, en Viaje a la luna hay un gran trabajo de escenografía, diferenciándose claramente la Tierra y la Luna; hay además un trabajo de vestuario; movimientos de la cámara y un guión que se basa en dos textos literarios, hecho que el cine utilizará en todo momento de su historia.